En riesgo

Amistosas guacamayas y perezas

La Alcaldía de Baruta y la Fundación Plumas y Colas en Libertad le brindan albergue a guacamayas en situación de riesgo por no contar con nidos naturales para su reproducción, en Caracas.

En los espacios abiertos del municipio Baruta conviven ciertos animales, que podrían llamarse mascotas vecinales, las cuales necesitan cuidados especiales para preservar su vida. Es indispensable que los ciudadanos tengan conciencia de cuáles son estos cuidados para no hacerles daño.

La Alcaldía de Baruta y la Fundación Plumas y Colas en Libertad le brindan albergue a guacamayas en situación de riesgo por no contar con nidos naturales para su reproducción, en Caracas. Por su parte, la Dirección de Áreas Verdes de Baruta ubicó árboles con potencial para colocar nidos artificiales, estudiados y diseñados por la veterinaria especialista Grecia Marquís, quien asegura es un ambiente propicio para que las guacamayas se reproduzcan, deteniéndose así su progresiva desaparición. Estos se ubican en las calles Carúpano, El Limón y Cumaná de El Cafetal; y en la avenida Tamanaco, entre el Cafetal y Macaracuay.

Con respecto a las perezas que se observan en el municipio se creó el Programa de Conservación y Rescate de Perezas, donde se han propuesto educar y concienciar a sus vecinos y visitantes sobre las labores de rescate y la manipulación de las perezas que caen a las calles.

En vista de que esta especie ha sido catalogada en riesgo de extinción y su tasa reproductiva es muy baja, se necesita cuidar las que existen. Se reportan perezas caídas en Los Samanes, Santa Paula, sector Vizcaya, La Bonita, Hoyo de la Puerta, Bulevar El Cafetal y San Román con más frecuencia. Por ello se han colocado señalizaciones donde se muestra cómo agarrar, transportar y posar la pereza sobre el árbol donde pueden permanecer, ya que no se sostienen en cualquiera, en su caso deben estar en un yagrumo.

 

La Dirección de Áreas Verdes  de la Alcaldía de Baruta ofrece información por el teléfono (0212) 943.2426 de Ceprocan o en la Policía de Baruta al (0212) 944.4411.

 

Economía metropolitana

Marco Negron

Caracas es la principal área metropolitana de Venezuela, pero en esa dimensión debe ser entendida no solamente como los 5 municipios tradicionales que en rigor apenas constituyen la ciudad de Caracas- sino que hay que sumarle los 12 de las llamadas ciudades dormitorio que en un elevadísimo grado dependen de los empleos y servicios que ofrece la primera

Hoy está fuera de discusión que la salud económica de las naciones, más que de los recursos naturales eventualmente disponibles, depende de la calidad de sus ciudades, particularmente de aquellas más grandes que suelen calificarse como metropolitanas: aparte de ser los motores de la economía, ellas concentran la población más educada y los principales centros de generación de conocimiento e innovación además de ser los nodos que más rápida y eficazmente las conectan con las múltiples redes de la sociedad global contemporánea.

Aunque insuficiente, el tamaño es importante pues él es decisivo para generar las economías de escala que permiten la localización de las actividades de punta propias de la economía contemporánea, cuya base fundamental es el conocimiento. Pero como este no es un bien atado al suelo como los recursos naturales o a infraestructuras relativamente inamovibles como las fábricas sino ubicuo ya que es portado por cada individuo en particular, puede optar entre muchas localizaciones posibles eligiendo la que mejor se adapte a sus necesidades y aspiraciones: además de una remuneración adecuada, la existencia de clusters profesionales e intelectuales que lo retroalimenten y un medio urbano de calidad.

En Venezuela, remando contracorriente y aunque no existen ciudades realmente grandes, han prevalecido las políticas de rechazo y desestimulo a las “ciudades grandes”, Caracas en particular. Y si, como parece, es cierto que ha terminado olvidando sandeces como las “Aldeas SARAO” o el Proyecto Orinoco-Apure, hoy el gobierno nacional ha optado por dejar a las ciudades libradas a su suerte, anulando o mediatizando los intentos de planificación de los gobiernos locales e interviniendo abusivamente sobre ellas sin plan, casuísticamente, con las chapuzas de la Gran Misión Vivienda y las “soluciones viales”. En cuanto a la economía metropolitana, a semejanza de lo que ocurre con la nacional, ha sido incapaz de producir una sola idea: si la retórica al uso los lleva a repetir monótona y tardíamente que hay que superar el agotado modelo rentista, la verdad es que el estrafalario socialismo bolivariano no ha hecho otra cosa que profundizarlo hasta extremos nunca antes conocidos.

Caracas es la principal área metropolitana de Venezuela, pero en esa dimensión debe ser entendida no solamente como los 5 municipios tradicionales que en rigor apenas constituyen la ciudad de Caracas- sino que hay que sumarle los 12 de las llamadas ciudades dormitorio que en un elevadísimo grado dependen de los empleos y servicios que ofrece la primera. Esa aglomeración lidera a escala nacional actividades de producción de bienes tangibles e intangibles esenciales para el desarrollo del país: desde los servicios a las empresas (banca, finanzas, logística, asesoramiento legal, etc.) pasando por los principales centros de educación superior y de investigación e innovación, los servicios de salud especializados, la difusión y producción de alta cultura; pero también de ciertas industrias fabricantes de bienes materiales tales como la electrónica, la gráfica, el calzado y el vestido. Si no fuera porque se sabe el papel que juega el cinismo en esta ficción revolucionaria, sorprendería que el ministro que ocupa la cartera de Planeación y Conocimiento haya afirmado que Caracas es una ciudad improductiva.

 

Pero tal como ha ocurrido a escala nacional las actividades económicas caraqueñas se han visto gravemente mermadas en estos tres lustros de desatinos y abusos; es esencial que quienes tomen el relevo político entiendan la potente palanca para el desarrollo que es la capital y en la inevitable reestructuración de la economía promuevan la liberación de todo su potencial.

 

Oportunidades

 Conducir compete a las dirigencias y el éxito depende de la capacidad para adoptar prioridades conciliando los intereses individuales con los colectivos.  Lo prioritario será mitigar emergencias en cuanto a alimentación, salud y seguridad, e intentar iniciar un país nuevo, a pesar de partir de ruinas, afirma el arquitecto Víctor Artís

Considerar que estamos en un proceso de decadencia en cuanto a condiciones físicas, a lo económico, lo institucional y a lo social es un sentir general. Fuimos capaces de abastecernos y de exportar trabajo en algunos rubros, pero el petróleo abrió un ancho camino fácil que nos endulzó la vida.  Nos integramos al mundo y a sus avances y todo lo pudimos comprar.  Creímos ser un país rico. Aprovechando generosas ayudas y protecciones de los gobiernos creamos muchas industrias para sustituir importaciones, no para competir en el mundo. Ahora estamos atrasados en tecnología, en moral social y en condiciones físicas y lo más grave, también en inventiva y capacidad de competir. Parecemos estar próximos al deterioro más bajo posible, pero podemos asumirlo como el punto de arranque para intentar mejorar, entendiendo por ello abrir oportunidades de prosperidad y de felicidad para la mayoría de los habitantes.  El inicio podría ser aceptar que ya no tenemos un país rico sino un país pobre para hacer progresar.

Conducir compete a las dirigencias y el éxito depende de la capacidad para adoptar prioridades conciliando los intereses individuales con los colectivos.  Lo prioritario será mitigar emergencias en cuanto a alimentación, salud y seguridad, e intentar iniciar un país nuevo, a pesar de partir de ruinas.  Ojalá los gobiernos futuros adopten criterios para sustituir la venta de minerales en bruto por la exportación de trabajo, apuntando hacia producir con excelencia  basados en nuestras ventajas competitivas.  Vender minerales es una actividad finita o temporal condicionada por la eficiencia de la competencia y por la habilidad para competir.  Quizás alcancen para mantener varias generaciones pero a largo plazo es inestable y, como nos ha sucedido, puede socavar lo permanente.  Entre las oportunidades destaca el aluminio donde tenemos la materia prima y disponemos de electricidad (el mayor insumo) a muy bajo costo.  Si lo vendiéramos procesado en láminas, barras, perfiles, papeles y productos especiales atenderíamos un mercado donde seríamos muy competitivos. Otro producto abundante es el agua, cada vez más escasa en el planeta y que podríamos exportar como frutos, vegetales y alimentos, lo que significa otorgar prioridad a la vialidad agrícola.    Gracias a la bondad del clima y a la diversidad de ambientes y actividades, el turismo podrá generar mucho trabajo si se destraba la maraña de permisos que lo apresan. Tendremos petróleo pero abunda en el mundo, decae como combustible, no derivamos sub productos nuevos y no generará el ingreso que producía.  Dejaremos de soñar en volver a ser ricos y crearemos trabajo exportable, productor de ingresos estables.

Con toda seguridad se propondrá generar empleos a corto plazo para arreglar las ciudades, con ínfulas de país rico y a base de grandes obras que poca riqueza generen, salvo a proyectistas y constructores. La alternativa será identificar  oportunidades para aplicar criterios urbanos actuales en cuanto a compacidad, reducción del consumo de energía, sostenibilidad, prioridad del transporte público, reciclaje de desechos y adecuar la legislación para sincronizar las actuaciones con el desarrollo.  Oportunidades para procurar eficiencia, confort y equilibrio entre los intereses individuales y el bien común. 

 

vartisg@gmail.com

 

 

La pasión de Caracas según William Niño Araque; por Milagros Socorro // #UnaFotoUnTexto

 Más que a Diego de Losada, el conquistador que fundó Santiago de León de Caracas, el 25 de julio de 1567, este lunes, cuando se cumplieron 449 de esa fecha, se recordó a William Niño Araque, el arquitecto que dedicó su vida profesional a estudiar esta capital, recorrerla, divulgarla y defenderla.

William Niño Araque (1953 ­ 2010) escribió decenas de columnas sobre Caracas, describió sus características y dolores en conferencias y en los medios de comunicación; especialmente en la radio, donde no sólo tuvo un espacio que compartía con sus colegas María Isabel Peña y Federico Vegas, sino que era una fuente habitual cuando se quería reflexionar sobre la urbe y polemizar con sus autoridades.

Se acudía a él por su enorme conocimiento de Caracas y por la pasión que esta le inspiraba. Un amor, por cierto, que no era idílico. Albergaba antipatías, cuando no franca tirria por ciertas intervenciones urbanas y edificaciones, como la que le inspiraba “el volumen descomunal de 35 pisos, ferozmente impuesto sobre una de las esquinas de la Plaza Altamira”.

Soldar, recuperar, coser 

En el año 2003, lo entrevisté para El Nacional. Chávez había tenido uno de esos raptos de autocrítica y había reconocido (sin que supusiera ningún correctivo posterior, naturalmente) el desastre en que se encontraba Caracas. Era una buena ocasión de sondear a William Niño para que respondiera el comentario dicho en la alocución semanal del Presidente. Ese año se cumplía, además, una década de la publicación, en El Diario de Caracas, del artículo donde Niño Araque postulaba cien ideas para hacer realidad la brillante promesa que entraña Caracas.

Tres años antes de hacer esa entrevista, cuando Alfredo Peña fue electo alcalde Caracas, William había escrito una nota, en El Nacional, titulada “Retos para la Alcaldía Mayor”.

—El desafío de Alfredo Peña —dijo entonces William Niño— para los próximos tres años está en construir sobre lo ya construido, en reordenar, soldar, recuperar, coser, sanear y rehabilitar lo ya existente.

Le recordaba sus cien ideas y le recomendaba que su paso por la historia de Caracas debía basarse en su la capacidad de convocar la ciudadanía, (“la colaboración de los virtuosos”) y “la esperanza de optar reformas inéditas de una nueva urbanidad”. Como es sabido, Peña pasó por el cargo con más pena que gloria. La esperanza que, según William, debió encarnar se disolvió en rumores de negociados cuya traza se conocerá en su momento. Pero William no guardó silencio. Aún con Peña en el cargo, en aquella entrevista que le hice en 2003, manifestó su decepción ante los oficios de Peña como alcalde.

—Es muy injusto y muy hipócrita por parte del Presidente atacar en público y con tal intensidad a Bernal —me respondió cuando le mencioné la crítica de Chávez—. Sin duda, él ha sido el peor alcalde que ha tenido esta ciudad y este país en toda su historia. Sin embargo, es injusto Chávez con este alcalde, porque su gestión no ha sido pésima por incompetencia sino, sobre todo, porque la ha dedicado a darle estructura a la violencia urbana con el fin de sostener al Gobierno; y, de hecho, ha sido uno de los grandes soportes del Presidente, a través de las huestes de vándalos que controla. Y es hipócrita porque el reclamo de Chávez, además de tardío, no se corresponde con ninguna acción concreta que remedie en algo el estado calamitoso en que se encuentra Caracas.

Para William, las pruebas de que Chávez odiaba las nociones de ciudad y de modernidad, eran “la confiscación de los espacios públicos para destinarlos a cultivos urbanos, que implica la conuquización de Caracas; la promoción del buhonerismo; la mugre y el deterioro de las calles; todos esos discursos donde arremete precisamente contra rasgos esencialmente venezolanos, como las altas densidades de las concentraciones urbanas, las autopistas… Chávez encarna la vandalización de todo lo público y especialmente de lo urbano”. Un proyecto que, tal como recordó también en la entrevista, incluía las acciones de Giordani, “autor de la estrategia contra la capitalidad de Caracas en la forma de un plan económico que elimina todas las grandes inversiones para esta ciudad y la descalifica para cualquier posición de relevancia y protagonismo en la región. Lo único que Caracas aporta en este momento es una alta cuota de tragedia y muertos: la ciudad padece de zozobra y de la extenuación, la fricción máxima, el desgaste de sus habitantes, condenados a sufrir las colas, los huecos de las calles, la suciedad, la vagabundería del alcalde Bernal. Y yo lamento tener que emplear la palabra vagabundería, pero ése es el vocabulario que nos ha dejado tanto maltrato urbano”.

Y, sin embargo, es la mejor 

En 2003, dos años antes de llevar a cabo su estupendo proyecto “Caracas cenital”, William Niño pensaba que Caracas nunca había estado peor; y que eso se debía a la ausencia de una política de Estado orientada a revalorizar la ciudad con un proyecto de capitalidad en la región. “Mientras Caracas se debilita cada vez más, Bogotá se fortalece y La Habana recibe miles de millones al año del gobierno venezolano además de cuantiosas inversiones europeas que convertirán a la isla en una potencia turística en el Caribe. Mientras Caracas pierde su frente marítimo (con la creación del estado Vargas, que produjo una situación legal y territorial de desmedro para Caracas), Cartagena de Indias se prepara para liderar el mercado de congresos internacionales. Mientras el centro histórico de Caracas se devalúa hora tras hora, San Juan de Puerto Rico valoriza el suyo. De manera que Caracas se margina cada vez más de la posibilidad de pertenecer al circuito de las grandes urbes del Caribe”. Duele pensar que todo eso se agravó hasta la locura.

Sin embargo, en esa misma conversación volvió sobre su idea de que Caracas es mucho mejor que todas esas ciudades hermanas. Por su “topografía prodigiosa”, porque es un valle orientado en sentido este-oeste, que recibe los vientos alisios; por el Ávila, volcado hacia el Caribe; por su clima, que garantiza excelente temperatura todo el año y una extraordinaria biodiversidad botánica y paisajística, con la capacidad de atesorar palmas, chaguaramos, samanes; y con el Caribe a diez minutos.

Pero, desde su perspectiva, pese a su inmensa potencialidad, los caraqueños no habían sabido habitar un territorio edénico. Caracas, decía, estaba indefensa y todos sus agresores impunes. “Para colmo, se libra en ella un enfrentamiento entre los alcaldes que conviven en su área, incluido un alcalde mayor, que es de la oposición y no entiende la ciudad, porque Alfredo Peña nunca ha querido a Caracas y está muy lejos de entenderla. Han pasado tres años y a él lo único que le ha interesado es la Policía Metropolitana en la medida en que constituye una prenda política. Ya perdió el momento para generar los grandes eventos, los congresos, los encuentros con los promotores, las asambleas ciudadanas… La lucha canalla entre Peña y Bernal agotó a la ciudad y no le dejó ningún proyecto”.

El jardín más grande del mundo 

En 2005, cuando se inauguró, en los espacios cálidos de la Galería de Arte Nacional, la exposición “Caracas Cenital”, una iniciativa de la Fundación para la Cultura Urbana, de la que William Niño era fundador y directivo, la periodista Rossana Miranda lo entrevistó y le hizo una pregunta que cosechó una respuesta genial.

—¿Qué rasgos hacen de Caracas una ciudad caribeña? —quiso saber Rossana Miranda.

—Esta ciudad —puntualizó William— es un aro perimetral que envuelve en su interior el jardín más gigantesco del mundo: el Ávila. Tiene un frente marítimo que se extiende desde Catia La Mar hacia Naiquatá y llega hasta Los Caracas, un frente interior que va desde El Junquito, Catia, Petare, Guarenas-Guatire. Es el alma de un valle y un frente abierto al Caribe. La brisa es marítima y limpia el lugar todos los días con vientos desde Barlovento, que a su vez vienen de África y del Atlántico. Es toda una maquinaria de funcionamiento planetario que hemos olvidado.

Para concluir, ella lo interrogó acerca de su amor por la ciudad donde había nacido y cómo hacía para perseverar, en medio de tantos factores negativos.

—Caracas —le contestó él— es una expresión del caos, que es energía. Amo de la ciudad su energía y, en consecuencia, su caos. Amo esa manera como sobre el recinto del valle reposan todas las contradicciones: pobreza, ejecuciones violentas, altas densidades, esplendor, clima, naturaleza, paisaje, ecología. Caracas es una ciudad con una personalidad dominante, fuerte y espléndida. Creo que es una ciudad extraordinaria porque tiene desafíos con resolución. Todos los problemas son difíciles, de largo alcance, pero tienen solución

 

 

 

 

 

Caracas 2020


MARCO NEGRÓN @marconegron

Hay quien se pregunta de qué sirve ese plan cuando es descaradamente ignorado por el oficialismo: remitido a las autoridades nacionales, regionales y locales con competencias sobre el AMC, es emblemático el caso de un alto funcionario cuya necia soberbia (¿o soberbia necedad?) le aconsejó devolverlo al remitente sin siquiera abrir el sobre que lo contenía

Asediada por la pertinaz hostilidad del Ejecutivo Nacional y sus aliados en el ámbito local llevada hasta el extremo del encarcelamiento arbitrario del Alcalde, la Alcaldía Metropolitana de Caracas a través del Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas (IMUTC) entregó a la ciudadanía en julio de 2012 el primer avance del Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020.

Tres décadas antes, en octubre de 1983, la desaparecida Oficina Metropolitana de Planeamiento Urbano de Caracas (OMPU) había presentado el Plan Rector del Área Metropolitana de Caracas y el Litoral Vargas, un documento de gran valor que sin embargo terminó diluyéndose en el aire por el efecto conjunto de la injustificable liquidación de la OMPU, paradójicamente perpetrada por los primeros alcaldes del AMC electos democráticamente, y la profunda y prolongada crisis económica nacional iniciada en aquellos mismos años. Pero quizá también por la rigidez de su diseño.

El PECM2020 vino a llenar ese peligroso vacío, convirtiéndose en la hoja de ruta que demanda la capital para empezar a navegar, lamentablemente con gran retardo, en las turbulentas aguas del siglo XXI venezolano. Sin embargo, hay quien se pregunta de qué sirve ese plan cuando es descaradamente ignorado por el oficialismo: remitido a las autoridades nacionales, regionales y locales con competencias sobre el AMC, es emblemático el caso de un alto funcionario cuya necia soberbia (¿o soberbia necedad?) le aconsejó devolverlo al remitente sin siquiera abrir el sobre que lo contenía.

Ya en la década de 1960 el crítico e historiador de la arquitectura Giulio Carlo Argan definía el plan como work in progress, obra abierta, hecha en la misma medida en que está-en-proceso-de-hacerse, cuyo real objetivo es modificar y reformar la metodología del proyectar: “el plan”, afirmaba, “no es el proyecto de una acción futura, sino un actuar en el presente según un proyecto.

La ideología no es abstracta imagen de un futuro-catarsis, es la imagen del mundo que tratamos de construir luchando: planificando no se planifica la victoria sino el comportamiento que se propone tener en la lucha”.

A diferencia de este enfoque aunque en concordancia con el estado del arte entonces predominante, el plan de 1983 -no casualmente definido como Plan Rector- concluía en una imagen-objetivo que se proponía alcanzar para el final de siglo; en cambio el plan de 2012, no en vano precedido del término avances, enfatiza seis líneas estratégicas, es decir, formas de comportarse en una lucha cuyo objeto es la reforma de la estructura de lo real; como dice Argan, “se proyecta contra la resignación frente a lo imprevisible, al caso, al desorden, a los golpes ciegos de los eventos, al destino”.

Por supuesto, un plan urbano terminará siempre concretándose en elementos físicos -calles y avenidas, edificios, espacio público- pero que con toda seguridad, porque las ciudades no son objetos sino procesos, serán bastante diferentes de los pensados por sus proponentes.

 

Y es precisamente en la reforma de esos procesos donde se centra el interés del PECM2020, una reforma que trasciende a las instituciones formales para permear todo el cuerpo social de la metrópoli, sentando una sólida base de partida para actuar (producir nuevos avances) en el momento mismo en que termine la remoción de los agentes perturbadores que hoy, inútilmente, pretenden ignorarlo.

 

La población envejece y exige repensar la ciudad

21% de los habitantes de Caracas tendrá 60 años y más en 2040, según estudio

Caracas.- Aunque en el último censo poblacional, ejecutado en 2011, Venezuela quedó retratada como una nación joven, con una edad mediana de 27 años, las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas muestran a contraluz la radiografía de un país que tiende a envejecer y que exhibe los vestigios inaplazables del tiempo que se consume el bono demográfico, con edades productivas entre 15 y 59 años.

De acuerdo con indicadores del INE, en 2050 24% de la población, lo que equivale a 9.596.206 habitantes, tendrá entre 60  y más de 100 años, un escenario que ha despertado la inquietud de algunas instituciones como la Alcaldía Metropolitana de Caracas (AMC), que responde a ese envejecimiento con un dato que plantea urgencia y adelanta el panorama una década: ya en 2040 21% de los caraqueños estará al margen de la edad productiva, según parámetros estadísticos.

Para ese período, el INE estima una esperanza de vida general de 78,77 años, de acuerdo con las  proyecciones calculada el segundo trimestre del 2013. Ello significa un abono de 3,42 años más de vida, con respecto a la expectativa actual que se ubica en 75,35 años.

Se trata de una proyección demográfica que este año mereció la atención del Foro Permanente de Ciudad, instalado el 30 de junio por el gobierno metropolitano, en el que diversos especialistas fijaron su mirada en un tema que, más allá de estadísticas sueltas, esboza una realidad que alude a ancianos enfermos, abandonados, desprovistos de atención y sin servicios de salud.

Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo, denuncia un déficit severo en la atención de personas económicamente inactivas, que ronda 60%; por lo que considera necesario construir un sistema de seguridad social para jubilados. "Nuestra población está envejeciendo porque están disminuyendo los nacimientos. Antes veíamos núcleos familiares integrados por cinco personas, ahora vemos familias con tres integrantes. El otro aspecto es la emigración de talento. Y la expectativa de vida ha aumentado", expuso.

139 mil personas viven solas en el Área Metropolitana, de las cuales 84.000 son hombres y 55.000 mujeres. Se trata de una población viuda, soltera, divorciada o separada según un estudio demográfico presentado por la Alcaldía Metropolitana en el Foro Permanente de Ciudad.

A modo de ilustrar el estado civil de la población, el último conteo nacional precisa que de cada 100 personas sólo 51 están unidas o casadas, 40 están solteras, cinco divorciadas y cuatro viudas, lo cual permite perfilar grupos vulnerables al  abandono.

El experto en adultos Salvatore Verlezza, médico internista de Los Magallanes de Catia, no solo centra su atención en la población sin familia, pues explica que los ingresos a los geriátricos son multifactoriales y en muchos casos obedecen a la falta de recursos, problemas cognitivos o a las patologías propias de la edad.

"Con la crisis hay familias que se van del país y dejan a los viejos sanos tirados en una casa hogar, eso es prácticamente abandono", dice. Se trata de una coyuntura que exige repensar la ciudad para aumentar la cantidad de espacios públicos, hospitales, construir geriátricos y cementerios.

En torno a la contracción de la población, las estadísticas oficiales indican que la nación pasará de una tasa de crecimiento de 1,4, en este quinquenio, a 0,7 en 2040 y a 0,4 a mitad de siglo. Para algunos expertos supone el resultado de un país que arroja una tasa de fecundidad de 2 hijos por mujeres. Desde el Observatorio Venezolano de Violencia atribuyen el fenómeno a la escalada de la inseguridad que en 2015 generó una tasa de 122 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Sin servicios para adultos

Frank Jugo, presidente de la Fundación Santo Domingo, que administra desde hace 33 años un hogar residencial homónimo,  pone en evidencia una deuda de Estado que complica el panorama a futuro. En el país sólo existen 84 residencias geriátricas, entre capital mixto, las dependientes del Seguro Social y presupuesto privado y las adscritas al Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inass), que entre todas suman 4.000 camas. Lo que desde ya supone un desbalance en un país con más de 2.976.079 habitantes de la tercera edad, 9,71% de la población.

Un estudio presentado por la demógrafa Anitza Freitez en el Foro de Ciudad advierte que de 55.000 mujeres que viven solas en Caracas, 18.333 tienen 60 años y más. Y de los 84.000 hombres solos en la ciudad, 16.800  se ubican en ese rango.

 "Hay casas hogares con 50 y 100 camas. Las del Inass tienen más pero no cubren la demanda", dice el presidente de la Fundación Santo Domingo, quien advierte sobre las dificultades para hallar alimentos, garantizar los servicios básicos y la atención especializada. "El personal médico y de enfermería se está yendo del  país para trabajar en España, Portugal y Colombia donde son bien remunerados", enfatiza.

51.851 habitantes de 60 años y más padecen algún tipo de discapacidad en el Área Metropolitana. 59% son mujeres y 41% hombres, precisa el estudio. En total, en Caracas existen 131.769 personas con algún tipo de limitación visual, músculo esquelética, neurológica, cognitiva o auditiva.

En su caso, lamenta Jugo, se le ha hecho cuesta arriba atender a los más de 102 ancianos que albergan en Colinas de Bello Monte, pues los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) no llegan a esos recintos. "Nos apoyamos mucho en lo que nos suministran los vecinos", agrega.

Solo en Caracas existen 51.851 adultos mayores con discapacidades que limitan su movilidad y autocuidado, según la AMC. El Conapdis maneja una data nacional de 380.392 venezolanos, todos con cuidados especiales.Con más de 30.000 y 20.000 decesos por año, respectivamente, las enfermedades cardiovasculares y los tumores  representan las primeras causas de muerte en adultos,  según los anuarios de mortalidad del Ministerio de Salud.

El diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Comisión de Familia, Williams Gil, dijo que impulsan la Ley Familiar para la Protección del Adulto Mayor, que tienen previsto aprobar en el segundo período legislativo. "El Estado ha dejado de hacer políticas públicas. No tenemos un ministerio de la familia. Y en lugar de ello, está la Viceministerio de la Suprema Felicidad, que no es un ente especializado", advierte.

Gil subraya que la crisis ha acabado con los programas sociales, entre ellos En Amor Mayor y Misión Milagro. Instan al Gobierno a cumplir la Ley de Cestaticket para Pensionados y; un instrumento que el Ejecutivo ha tildado de inconstitucional por carecer de supuesta factibilidad económica.

Crisis de Salud compromete esperanza de Vida

A propósito de la crisis humanitaria decretada en enero por la Asamblea Nacional, el capítulo Alimentación del estudio sobre Condiciones de Vida en Venezuela, realizado por las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Católica Andrés Bello, señala que 13% de la población come dos o menos veces al día. La investigación agrega que 87% de la población no le alcanza para comprar alimentos. Una coyuntura que afecta a 93,1% de las personas en pobreza extrema y arropa a la población anciana.

“Esta generación de venezolanos perjudicada por la escasez va a afectar la salud pública del país (...) Incluso se está viendo si podremos llegar a tener una generación que muera antes que los padres”, dijo el Observatorio Venezolano de Salud esta semana.

Frank Jugo, presidente de la Fundación Santo Domingo, denuncia fallas de vacunas y servicios médicos, lo que incide sobre la esperanza de  vida. “Los  Bs 15.000 de la pensión y la posibilidad remota de conseguir  medicina en los hospitales del IVSS no son suficientes”, considera.

La Federación Médica Venezolana ha advertido que la operatividad de los hospitales se ubica en 5%. A esa alerta se suma la Federación Farmacéutica Venezolana que sitúa el desabastecimiento de medicamentos en 85% a escala nacional.

El artículo 80 de la Constitución establece que “el Estado garantizará a los ancianos y ancianas el pleno ejercicio de sus derechos y les garantizará atención integral y los beneficios de la seguridad social que eleven y aseguren su calidad de vida ”.

Clubes de abuelos sólo cubren 0,86% de la población

En el Área Metropolitana las alcaldías han adelantado planes para la atención externa de abuelos. La mayoría de ellos iniciativas para asistirlos de manera ambulatoria. Sucre cuenta con el programa Vive y progresa que se aplica en 10 clubes que ofrecen desayuno y almuerzo a 600 adultos.

Por su parte, Baruta dispone de 12 centros, con una población de 500 abuelos, quienes tienen accesos a actividades culturales y recreativas. En el municipio Libertador existe el Centro Recreativo Integral al Adulto Mayor, Los Caobos, donde se imparten clases de canto, música y bailoterapia. En esa localidad el Instituto Municipal de Deporte y Recreación registra un club en cada una de las 22 parroquias de Caracas. Y Chacao dispone del programa Juventud Prolongada, que atiende a 300 adultos mayores.

 

En total, la Gestión de Desarrollo Humano de la Alcaldía Metropolitana ofrece apoyo a 40 clubes con casi 1.200 adultos, lo que cubre 0,86% de la personas adultas que viven solas en la ciudad, según datos de ese ayuntamiento. En Miranda la Fundación para el Bienestar Social e Integral de Anciano suma 37 recintos para abuelos en 31 parroquias de las 55.

 

Una gran urbe con retos por conquistar

Caraqueños piden construir un ideal compartido de ciudad.

Caracas suma 3.333.487 habitantes entre los cinco municipios del Área Metropolitana

 71% de los jóvenes entre 15 y 29 años tiene acceso a la educación, con un promedio de 10,8 años de formación.

Bautizada en el siglo XVI como Santiago de León de Caracas, su nombre encarna la única certeza de una ciudad construida sobre las cenizas de un asentamiento indígena y que aún vacila sobre la fecha de su fundación.

Con el tiempo, Caracas ha sido investida como la Ciudad de los techos rojos, La sultana del Ávila, La sucursal del cielo, todas expresiones bucólicas que reproducen el espíritu de una urbe apacible, bendecida por la naturaleza y la bondad de sus habitantes, rasgos que  hoy compiten con la inseguridad, la violencia y un proyecto urbano que se detuvo en el tiempo. Cuna del mestizaje,  reflejo del país, es una de las capitales más antiguas de Latinoamérica.

Hoy, 449 años después de su fundación, una conquista atribuida por la historia a Don Diego de Losada, la urbe continúa gestándose, pero conducida por los aires de anarquía y  desgobierno.

Ahora más que nunca, coinciden quienes se atribuyen su gentilicio, es necesario edificar un ideal compartido de ciudad, que permita asentar las bases para el progreso y el futuro, sin perder de vista dónde está la ciudad y dónde quieren estar sus habitantes. ¡Feliz cumpleaños, Caracas!?

LA METRÓPOLIS: RECURSOS, PROPUESTAS Y SOLUCIONES?

LOS SERVICIOS

AGUA. Este servicio ha sido en los últimos dos años uno de los más críticos. Los caraqueños están sometido a un plan de racionamiento que en muchos sectores no se cumple. La Gran Caracas recibía en condiciones normales 20 mil litros de agua por segundo y actualmente le están suministrando 13 mil litros por segundo. Según estimaciones de Norberto Bausson, experto en el tema, el déficit de agua se ubica en siete mil litros por segundo, lo que significa 35% menos que en condiciones normales, producto de la inoperatividad de los embalses y problemas técnicos estructurales para el bombeo. Una solución es culminar el Sistema Tuy IV que aportaría unas 12 mil litro de agua por segundo.

ELECTRICIDAD.  Según el ingeniero Eduardo_Páez Pumar entre los años 2007, 2010 y 2016  se han presentado crisis de energía por la período de sequía en la Represa del Guri, lo que ha obligado aplicar racionamiento eléctrico en el interior, mientras en el caso de Caracas se incrementaron las fallas y apagones. Para Miguel Génova, ingeniero eléctrico la empresa energética (Corpoelec) deben contar con un modelo financiero que sustente el pago del servicio, pues al no hacerlo se provocará su colapso. “De recuperarse la institucionalidad y retomar la inversión en mantenimiento, aproximadamente de entre 500 millones y 1 millardo de dólares anuales, los cambios empezarían a notarse en un plazo no mayor a cinco años”.

TRANSPORTE. 52% de los caraqueños utiliza el transporte público para movilizarse, reveló el sexto estudio realizado por la Asociación Civil por la Caracas Posible, a pesar de las deficiencias que persisten en este servicio en el que 50% de las unidades paradas por la falta de repuestos. El concejal metropolitano  Alejandro Vivas, experto en el tema, sugiere que reactivar la sustitución de la flota, aplicar un sistema de reordenamiento del transporte que está en manos de los particulares, culminar los proyectos del Metro de Caracas y crear una Autoridad Única de Transporte son parte de las soluciones del sector.

ASEO URBANO. La basura suele aparecer en las encuestas entre los tres grandes problemas de la ciudad (junto con la inseguridad y la movilidad). Se plantea como solución una mancomunidad de las cinco alcaldías y con el concurso de los ciudadanos para lograr una Caracas más limpia. Más plantas de transferencias.

LOS CARAQUEÑOS

POBLACIÓN. Con una composición demográfica compleja, el carácter metropolitano de Caracas atribuye a la capital

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